Desde que era pequeña me gustaba escuchar y poder ayudar a las personas que me rodeaban. Además de esto, la curiosidad genuina que tenemos las personas por entender, explorar y profundizar en la mente humana, hizo que escogiera psicología para comenzar mis primeros pasitos en este mundo tan apasionante.

En mi posterior formación he ido encontrando un camino que se alimenta de diferentes corrientes, sobre todo los modelos que trabajan desde una perspectiva basada en trauma y apego.

Cuando hablamos de trauma, podemos referirnos no solo a lo que de alguna forma se vivió, sino a como lo vivimos, sentimos y percibimos en aquel momento.

El trauma de apego engloba a niños y adolescentes expuestos al trauma interpersonal, como condiciones estresantes graves, negligencia o abuso emocional y/o físico en el entorno familiar.

Estas consecuencias de trauma afectan a la autorregulación, problemas en la gestión emocional, conductas, impulsos, atención, concentración, problemas interpersonales y de identidad entre otros.